El mondadientes puede inflamar la encía e irritarla y causar abcesos periodontales, creando un espacio difícil de recuperar. Si el instrumento se rompe y queda alguna parte atascada en la encía, puede llegar a infectarse y a causar gran dolor. ¡Por eso decimos no al mordadiente! Nada mejor que él cepillo y él hilo dental.